martes, 5 de mayo de 2009

Bruno

El tipo es atractivo. No me lo vayas a negar. Tiene ese aire de galán cínico, de malo malote, que tanto os gusta a las chicas. Además; tiene la costumbre de levantar la ceja en un arco casi imposible cuando le da por vacilar, y no sabes si reírte de sus bromas, o del aire a lo dibujo animado de Tex Avery que adopta. Y eso le aporta un cierto aire frágil. Es como ese amigo de tu amigo que viene por primera vez a la pandilla, y quiere caer bien, y se esfuerza por ser encantador, sin darse cuenta de que ya tiene ganadas, de antemano, a todas las nenas. Habla con voz de trueno. O con voz de anuncio de Ford (que yo todavía me acuerdo). Y canta.
Uno de los momentos más tronchantes, y más emocionantes, que recuerdo, lo viví durante una cena, cuando Bruno y Karmele (Aranburu, la mejor a varios cuerpos de distancia de cualquiera) se liaron a cantar ópera, dejando alucinados al resto de los comensales.
Ésta entrada va dedicada a él. Porque sí. Porque aún sigue emitiéndose en la red de tren de cercanías el spot que rodó hace algunos años. Porque la gente (bueno, las niñas) aún le llaman Jaime (el personaje que interpretó en "Al salir de clase") cuando le ven por la calle. Porque defendió con uñas y dientes su protagonista en "Ninette y un señor de Murcia" y salió con nota. Porque su detective en "El Internado" tenía más peso específico que alguno de los protagonistas de la serie. Porque es muy grande, el Squarcia.
¡Y porque es mi amigo, qué coño!

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