domingo, 30 de agosto de 2009

La patada a Inoportunito

La culpa, al menos en mi caso, la tiene el teatro. Tú me dirás.
Sí; ya sé que uno no espera ver a un señor en pijama, con su batín (no bata, no. Batín), aparecer así, por las buenas, en la puerta de su despacho, pero tampoco es de lo más normal que el anfitrión se apresure a tocar los muebles, por si son de atrezo, o a buscar las luces de la batería.
Que me costó reaccionar, vaya. O sea.
Pues nada, que ahí estaba Carlos, la otra mañana, vestido de esta guisa. Te lo juro por Arturo.
Te acuerdas de mi amigo Carlos; ¿Verdad? Ahí estaba, digo, con su batín azul y su sonrisa socarrona. Con la cabeza alta, como siempre.
- "Que le hemos dado una patada en el culo a Inoportunito". - Me dice.
Y yo (que a tocapelotas no tengo rival) sonrío también y le contesto: "Ya te lo dije".
Y hay un segundo, de tácita camaradería, en que callamos. Mi amigo ha desterrado el cáncer. Yo soy feliz por eso. Y él lo sabe.
Por desgracia; no siempre estas historias acaban con un final así.
Todos tenemos malas experiencias que contar al respecto.
Por eso es importante tu ayuda. No cierres los ojos. No te tapes los oídos. Colabora.
Por cierto:
Tengo la intención de restregarle por los morros el temita del batín a Carlos, durante todo el tiempo que pueda.
Como ya te dije; a tocapelotas no tengo rival.
Claro que, a lo mejor, tan sólo es culpa del teatro.

5 comentarios:

  1. un abrazo fuerte "angelito mío"
    (siempre con vos)

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  2. Gracias caballero

    un Beso con mayusculas y tan grande como el abrazo que le precede

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  3. Me ha gustado mucho, un abrazo tan fuerte como el abrazo y el beso anteriores.

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  4. Fuerza, esperanza y lucha para el que mas lo necesita.

    Éxitos Paco

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